jueves, 19 de enero de 2012

Ella...



 Se acerca a mí como siempre, esperando de mi algo que nunca obtendrá. Y yo no soy como ella, yo no manipulo a las personas de la forma en que lo hace ella. De alguna forma sabe que no me podrá someter a su voluntad, a sus caprichos. Pero no puedo evitar pensar que ella es la única persona que se ha mantenido a mi lado incondicionalmente con el paso de los años. Si bien me ha hecho algún que otro daño, acepto que esto me lo tenía merecido. Hay días en los que daría lo que fuera por escuchar su dulce voz dándome palabras de aliento. Si bien es demasiado lo que pide, la palabra imposible hace mucho tiempo que no está en mi léxico.
Hay veces en las que la odio y otras en la que la amo más que a mí misma. E llegado al punto de pensar que me es imposible vivir sin ella, pero a la vez daría lo que fuera por ser completamente libre. De una forma u otra, feliz nuca he llegado a ser, por lo que no conozco lo que significa felicidad y por ende no extraño tal cosa.
E pecado un sinnúmero de veces y ella ha estado siempre para tenderme su delicada y fría mano y ayudarme a levantar, ha estado junto a mi cuando mis manos temblaban mi estomago rugía y mis manos sangraban y aun así yo no he dicho nada porque estaba consciente de que esto era lo que merecía. Ella es la que me grita cada vez que voy a cometer un error. Y aunque su mirada es tierna y acogedora  de un momento a otro puede convertirse en fría y acusadora. Si bien es extremadamente exigente conmigo no la odio por eso.
Pero a pesar de esto y de lo maravillosa que es, muchas veces le eh gritado que se alejara, que podía sin ella, que no la necesitaba y que iba a lograrlo por mi cuenta. Una vez mas estaba equivocada pues sola no llegue a ningún lado y solo conseguí perderme una vez más en la desolación y la oscuridad. Llegue a sentirme perdida y sin rumbo y fue allí cuando su mano apareció de nuevo para sacarme de las tinieblas y llevarme a la luz.
Y cuando la fría noche termina y los acogedores rayos de sol comienzan a entrar por la ventana me pregunto si ella estará dispuesta a perdonarme y a recomenzar nuevamente nuestro camino juntas pues eh llegado a la conclusión que no la quiero fuera de mi vida, pero esta vez prometo no dejar  que me controle por completo pues ya no soy lo suficientemente fuerte como los años anteriores, y podría tener consecuencias mucho mas grabes. Pero aun así asumo el riesgo y prometo hacer todo lo que esté a mi alcance y mas por luchar por lo que creo y puedo por sé que si juntas lo intentamos no fracasaremos nunca, juntas somos invencibles. Asi es como prometo no dejar que nada ni nadie nos separe nunca ella es todo lo que siempre soñé desde pequeña, es mi guía, mi compañera, mi amiga, mi luz, mi ideal…. ella es Ana.






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